#15: Izquierdazo

Más dura se ponía la pelea,
más me concentraba en ella.
De derecha a izquierda
y viceversa,
siempre dando con toda la fuerza;
tratando de no caer en las cuerdas.
Si algo uno aprende a golpes
es que tras recibir de a montones,
de a poco el dolor se esconde
y sólo quedan los moretones.
Pero bienvenidas sean las marcas,
cada una de ellas me salió cara
y las guardo con gracia,
con gusto te dejo contarlas
y si los ánimos colapsan,
sentir cómo se te enmarcan.
Yo perdí hace mucho los miedos
porque me he sentido preso,
con el temor como dueño.
Y heme ahora libre como en los mejores sueños,
caminando sobre el suelo,
pero con la mente por los cielos.

#14: Si te cansas

Si por casualidad de la vida
en uno de estos días
te llegases a cansar,
descansa, pero no te dejes estar.

Si los sueños rompen
y ni dormida se recomponen,
arma nuevos
y olvida los viejos.

Si el ambiente te aburre
y no hay forma ni en las nubes,
cierra los ojos,
seguro encuentras otro.

Si la gente no te ama,
por más que intentes o hagas.
Olvídalos,
no merecen tu amor.

Mucho más podría decirte,
pero seguro ya entendiste
que por más que te canses
sigues siendo un ángel.

#13: Adicto al juego

Empezó hace años,
cuando no entendía 
qué estaba pasando
y sólo me divertía.

Yendo de allí a allá,
de poco a mucho,
hasta no poder parar,
por más que hoy sufro.

Parecía que nunca bajaría
hasta que me salió mal
y perdí todo lo que tenía,
hasta las ganas de llorar.

Aposté más de lo que tenía
y por primera vez,
cuando pensé que ganaría
sufrí el peor revés.

Quizá me confié mucho,
puse todas las fichas en ti
y ahora todo es tuyo,
hasta mis ganas de sentir.

#12: Tus historias

Hace mucho me habías contado
tantas historias
que en su momento me dejaron asombrado.
Por las noches aún puedo oírlas.

Relatos de felicidad,
donde todo se cumple
y lo imposible no es más que la realidad;
una vida de lo más dulce.

Palabrerías de amor
que se tornaron de entre tantas
una adictiva canción
que repetía sin parar.

Podría seguir
pero me pregunto dónde está
todo lo que me hiciste sentir;
¿dónde están las historias que me solías contar?

#11: Último interludio

Se terminó ese cuento,
tu falso relato perfecto.
Este personaje se borró
y de tu final se alejó.

Buena suerte para encontrar
otro que de imbécil quiera actuar.
Me cansó ese desabrido papel,
aspiro a mejores por hacer.

Aquí te dejo mi monólogo,
el último y más agrio diálogo.
Culmina en un frío adiós,
porque no mereces ni el afecto de Dios.

Pasado este último interludio
despídete del mundo,
que ni él ni yo te queremos,
así que no te extrañaremos.

Se terminó por fin la mentira,
aunque muy feliz me hacía.
¿Por qué cuando todo quedó escrito
deseamos que sea distinto?