martes, 27 de septiembre de 2016

#57: Mi familia

Si estás mal,
no importa nada,
ven y llama.
Lo que te haga falta,
voy a tratar de que no lo haga.
Te pueden dar todos la espalda,
aún así voy a estar acariciándola
cada vez que te sientas abandonada.
A la familia uno siempre la rescata;
fuiste y siempre vas a ser mi familia.

domingo, 25 de septiembre de 2016

#56: Bajo tu piel

La piel arrugará,
el cabello caerá,
las marcas se contrastarán
con más detalle,
y el cuerpo no será el de antes.

Ahí es cuando se ve lo de adentro,
lo que guardaste tan dentro,
que sólo cuando sea el momento
vas a arrepentirte de haberlo hecho.

Cuando ya nadie vea tu cuerpo,
cuando empiecen a verte a los ojos,
cuando veas que sólo somos un jarrón
guardando lo mejor en el interior.
A lo mejor y te desvistes,
para hacerte ver que entendiste
que lo verdaderamente hermoso
no está en la talla, el cutis, ni en nada
de eso. Sino en tu esencia,
eso que eras
y quisiste dejar de ser,
porque los demás no lo llegaban a ver.

Espero te des cuenta temprano.
Puedo decir que te abrí
antes que nadie,
así que sé que no estoy exagerando
al decir que si vas a dejar de ser así,
te mataste sin siquiera enterarte.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

#55: Silencio

Silencio.
Ahora todo es silencio,
ya no escucho tus pisadas,
la cuchara revolviendo tu taza,
la ropa cayendo en cualquier lado,
tus bostezos rutinarios.

Ya no suena más nada,

cada cuarto de la casa
se siente vacío, algo les falta.

La cama no está tan desarmada,

por las noches hace más frío.
Me pregunto si será
porque te has ido.
Sí que me mata tanto silencio.

martes, 20 de septiembre de 2016

#54: Tiempo en las manos

Qué interesante es el tiempo,
porque por más que lo neguemos
o lo amemos
siempre se sale con la suya,
no hay quien le huya.

Para querer a alguien 
es necesario esperarle
y que él mismo nos diga
si merece que se muevan las manecillas
de nuestro reloj o si es una pérdida
irremediable de vida.

Por el contrario, también,
para odiar en vez de querer
se necesita tiempo para saber
qué hacer y qué se quiere
del otro. Para algunos (y me incluyo),
odiar requiere menos tiempo y esfuerzo
que querer (ni siquiera digo a muchos) apenas a algunos.

Sólo sé que te di mis mejores años,
al igual que me los diste a cambio
y no dudaste en cambiarlos
por alguien que no te dio más de un par de ratos.
Ahora me pregunto si valdrá la pena
restar tanto de mi propio calendario
para darlo y no saber si volverá a mis manos.

sábado, 17 de septiembre de 2016

#53: No había razón

Todo el día andando,
sin ir a ningún lado.
Con la llovizna mojando
a cada paso
y la música sonando
muy alto,
pero tan bajo
para quienes van caminando
lejos de mi escenario.
En el piso quedé tirado,
tan adolorido y humillado
que hasta olvidé la gente andando.

Ahora lo veo,
me doy cuenta de los hechos.
Pasé mucho mintiendo,
no tiene propósito seguir haciéndolo.

A lo mejor
tenían razón,
soy un perdedor.

jueves, 15 de septiembre de 2016

#52: Te odio

Te odio,
aunque en el fondo,
sé que te quiero.

Jamás quise odiarte,
pero te lo buscaste,
en serio, lo deseaste.

Desde que tengo memoria
que nunca fui el malo de la historia,
siempre quise que fuera hermosa.

No te entiendo, en serio,
no entiendo, y eso que lo intento.
¿Adónde quieres llegar con esto?

Tanto te quejas que no te quiero,
pues tú apostaste a eso
yo te quise, pero ahora te detesto.

Y no por mi deseo, tú, tú hiciste esto.
Ojalá lo entiendas en algún momento.
Si te odio, ya no sé; si te quiero, tampoco doy fe de eso.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

#51: Tu cuerpo

De más pequeño
siempre me acuerdo
que rompías mi corazón entero,
mientras lloraba sin consuelo.
En casa querían darme de suero
preguntando qué andaba sucediendo.

Les contaba de cuánto te odiaba
porque siempre buscabas batalla,
no importa que tan bien estaba
todo, siempre encontrabas 
pelo al huevo, y la guerra fría empezaba
entre los dos, sin que nos dijésemos nada.

Y entre verso y verso
pensaba en tus besos,
en esos labios maltrechos
de comérmelos sin despecho.
Todo cambiaba de aspecto,
me volvía yo el tonto pensando todo esto.

Imaginaba tu cuerpo,
los lunares en tu espalda durmiendo,
las cicatrices y marcas que vas escondiendo,
los granos que a veces en tu cara quedaban viviendo.
Qué lejano parece el odio distrayéndolo
con el pensamiento de lo que me quita el enojo.

Al poco tiempo caíamos los dos,
porque la pelea no se inventó
para nosotros, no lo dudo ni un segundo.
Era mejor arreglarnos
que seguir peleando
sabiendo que nos extrañábamos.

Cómo son los años 
que ya han pasado tanto
y me sigo acordando,
pero en vez de reconciliarnos,
me queda la amargura de sólo pensarlo
sin poder hacer nada para realizarlo.

domingo, 11 de septiembre de 2016

#50: Noches que no vuelven

Sentí tu cuerpo
rozando al mío
y moviste mi mundo entero,
perdí la noción de mí mismo.
Fue algo casi místico.

Ahora las noches
las abrazo a solas.
Ya no tenemos roces,
pero mi piel aún aloja
tu tacto y tu aroma.



viernes, 9 de septiembre de 2016

#49: Mentiras de papel

Mentir se te daba bien,
mucho más en papel
o en la pantalla, cualquier
lugar donde no te pudiese ver.
Cara a cara era otro tren
y ya me conocía cada andén.

No sé si hubiese preferido
que me hubieses mentido
a la cara, viéndome fijo,
o, como ya lo hiciste, por escrito.
Cualquiera fuese el caso, sigo dolido
de haberte creído.

No más mentiras de papel,
por favor, ya no sé qué hacer
cuando se salen
a grabarse
en mi piel. Ahora que las marcaste,
no hay corrector que las saque.

martes, 6 de septiembre de 2016

#48: Letras de más

En la vida hay palabras
que tienen tantas
letras de más.
Todo el tiempo me presionaban
con que me diera prisa,
pero me gusta más sin la P,
porque me da risa
y no estrés.
En vez de decir que estaba atrasado,
prefería decir que tenía todo trazado
para un momento más tardado.
Cada vez que debía callar,
tomaba la primer letra
y por una H la cambiaba,
ella era la única callada.
Prefería hallar
motivos para siempre hablar
las cosas que me pasaban.
Así es con todas en la vida,
porque,en sí misma, 
sin la V, es una ida
de la cual no hay salida
alguna, salvo vivirla.
Para eso se precisa
cambiar las letras que uno no necesita,
por las que formen palabras
que den más alegrías.