domingo, 5 de noviembre de 2017

#87: Problemas

El problema nunca fue el frío
o el calor;
tampoco lo fue estar cerca
o alejados;
todavía menos discutir
o ni siquiera hablarnos.

Tuvimos mil y un problemas,
pero el único que me pesa
es que de ahora en más
ya no tendremos ninguno más.

Lo que pienso ahora
antes nunca lo hubiera pensado.
Estoy extrañando
que tengamos problemas,
por más tontos que eran,
me encantaría que volvieran.

sábado, 28 de octubre de 2017

#86: Despierto entre el ruido

¿Por qué siempre estoy despierto?
¿Por qué mi ritmo siempre es lento?
¿Por qué el mundo es tan violento?
¿Por qué dónde todos ven paz
yo no la puedo encontrar?

Ya no sé qué sonrisa falsa usar,
me gasté las de toda la semana
en menos de un día.
Nada es igual
y ya no sé si alegrarme de que así sea
o preocuparme, porque ni siquiera
antes me gustaba cómo estaba,
pero antes no me alteraba,
o al menos no tanto como ahora.
Las horas me ahogan,
no puedo estar a solas,
siempre pienso las mismas cosas;
las mismas cosas que me detonan
y hacen que no soporte a mi persona,
ni a la otra que me incómoda
desde las sombras diciendo 
todo lo que no quiero
escuchar. No se calla
no importa si grito,
mi voz es como un grillo
en una avenida a hora pico.
La ciudad se ve maravillosa excepto 

desde donde la miro yo.
Terminé aprendiendo que el silencio
puede ser más listo
que la voz perdida entre el ruido.

¿Por qué estoy tan lejos?
¿Por qué me siento tan viejo?
¿Por qué nunca me arreglo?
¿Por qué me pregunto todo esto
si nadie va a responderlo

sábado, 21 de octubre de 2017

#85: Final de cuentos

Te recuerdo,
porque eras como un cuento,
demasiado perfecto
como para ser cierto.
Eras la chica del cabello
rubio y los ojos que cambiaban con la luz,
la princesa y el caballero,
porque un solo rol te quedaba pequeño
y en mis historias estabas en todo,
para que te salven o salvar;
siempre me salvabas
(de mí mismo y de los demás)
porque eso te encantaba
y así eras.

Aunque no todos los cuentos
tienen un final para el recuerdo.
Las últimas hojas del nuestro
me cortaron la yema de los dedos
como si los bordes fuesen de acero.
Dolió leerlo, dolió verlo,
pero aún más tener que creerlo.
Que todo eso
ya no era cierto.
Los malos ganaron
y nuestras aventuras se terminaron.

Peor aún cuando en el capítulo 
que sigue nos enteramos que nosotros mismos
fuimos los malos
que todo arruinaron.

domingo, 25 de junio de 2017

#83: Lo que necesito

Necesito alguien que me escuche
cuando nadie más lo hace.
Necesito alguien que quiera saber de mí,
por más que no pase nada interesante.
Necesito que me saquen de donde estoy
y me lleven a cualquier otra parte.
Necesito olvidarme de quien soy;
hay mucho de mí que no quiero pensar.
Necesito perderme en los ojos
de quien me devuelva la vida.
Necesito sentir cosas sin razón,
que no pueda explicarlas sin el corazón.
Necesito alguien que rompa mis silencios,
a veces yo mismo sin quererlo me quito la voz.
Necesito alguien que me cuide de mí;
hay días en que no puedo solo conmigo.
Necesito que me abran un poco,
tengo tanto dentro que necesita salir.
Necesito alguien que salte a mi pozo
cada vez que caiga allí.

Es tanto lo que necesito
y sólo de una persona lo necesito.
Pero por más que sé lo que quiero,
no encuentro a quien me dé algo de eso.
Y es difícil explicar lo triste que es esto.

miércoles, 10 de mayo de 2017

#82: Vivo

Volví a sentirme vivo.

Pude salir a la calle,

caminar entre el gentío,
para luego viajar en el tren repleto.
Aún y todo, sintiéndome lleno,
feliz sin tener asiento
y viajar de pie todo el trayecto.
Pero me sentía cómodo,
como si viajase solo
y nadie en el mundo
me molestara ni hiciera sonido alguno.

Saludé a extraños sonriendo,

tuve charlas de todo tipo
con quiénes ni sé nombre u apellido.
A pesar de ello, me abrí un poco
a universos que no conozco,
a mentes a las cuales nunca entraré
alguna otra vez.

Pude ver el mundo a colores,

después de sentirlo a blanco y negro
por tanto tiempo.
Qué cosa maravillosa
fue no verlo como un daltónico
de sentimientos.

Estaba cansado de tanto ir y venir,

pero no pensaba en dormir,
sólo pensaba en seguir.
Pude sentir esas tan famosas "ganas de vivir".
Por primera vez no quería volver,
quería ver lo que me rodeó siempre,
pero apenas ayer noté.

Para cuando por fin volví,

nunca me recosté con tanta alegría.
Tenía ganas de seguir descubriendo más mañana.
Por primera vez en muchas semanas,
en muchísimo; me dormí feliz.

Fue todo muy único,

fue como si volviera a sentirme vivo.

miércoles, 19 de abril de 2017

#81: Te suelto

Pasamos por tanto,
y ahora no nos pasamos hace tanto
que ya nada está claro.
Siento que te olvido hablando,
que tu imagen se está borrando;
de a poco te vas alejando,
pero siquiera lo estoy notando.

A lo mejor estoy madurando, avanzando.
Nunca se es muy grande para aceptarlo:
uno nunca está preparado
para que lo hagan pedazos
y seguir como si nada hubiera pasado.
Creo que todos esos fragmentos se guardaron
en algún lugar bien lejano.

Ya no tengo ese ánimo exacerbado
por cada mensaje, cada llamado;
lo que sea que nos ponga en contacto.
No porque hubiese desterrado
cada recuerdo, ni cada emoción que cultivamos,
sino que ahora puedo ignorarlos
para evitar que me hagan daño.

La herida no duele como hace unos años.
Tampoco lo hará en los que estén llegando
ni en ningún tiempo que no sea el pasado.
Por más que el sentimiento ahora esté calmado,
te extraño; aceptarlo
pudo hacer que deje de ser tan descontrolado.
Ahora me siento bien cuando lo hago.

Te suelto con las manos,
pero no con el corazón.
Porque no estaremos parados
juntos, pero siempre voy a estar a tu lado.
Esté viajando por lugares lejanos
o por las mismas calles del barrio
donde ya no nos encontramos.

martes, 7 de marzo de 2017

#80: Cerca de casa

Es terminar de leer
ese libro de amor
que tanto pospuse,
porque no me siento romántico,
mucho menos animado,
para sumergirme
en historias ajenas;
con mejor final que ésta.


Fuera de eso, me frustra
que lo primero que aparezca
en mi cabeza sea una foto tuya.
Más aún estando tan sentimental,
hasta con ganas de llorar.

Por lo perfecto que es todo en las historias
y lo difícil que a veces es la realidad.

Qué malvadas son las coincidencias,
o el destino, da igual.

Ya no sé cuál es el que se ríe
de mis tristezas.


Aún así, me alegra
que tu imagen sea
lo primero que aparezca
cuando en mi sesera
lo único que deambula
es esa loca idea
del amor y sus incidencias.

Qué pena que ya no seas
parte de mi novela,
ni de nada en donde yo aparezca.

jueves, 9 de febrero de 2017

#79: Paseando

Paseando en océanos
llenos de extraños.

Paseando en desiertos
de extenso cemento.

Paseando entre tantos
que ya no puedo contarlos,
ni saber si significan algo;
si tengo a alguien 
o estoy solo en este desastre.

¿Paseando o agonizando?

sábado, 28 de enero de 2017

#78: Intentando ser mejor

Estoy intentando ser más sano.
Criticar a menos, salvo
que sea necesario y con ánimos
de que sirva de algo
lo que digo; basta de palabras de sobrado
y exhalar aires malos.
Hablar menos de los demás,
todavía menos a sus espaldas.
Porque no quiero envenenar
a nadie más; quiero limpiarme
y ser mejor de lo que fui antes.
No quiero ser Cristo, ni ningún ángel.
Con no sentirme mal por lo que hice
ya me siento más libre
de lo que jamás sería
siendo como era.
Quiero alegrarme más por la gente.
Por más que no sean de mi ambiente
o siquiera los tenga presente.
Ya odié lo suficiente.
Ahora quiero volverme más humano,
y menos malvado, menos alienado
de los que caminan entre mis pasos.
Tampoco soy perfecto,
fallo muy seguido, vivo de desperfectos.
A veces odio más de lo que debo
y debo más de lo que tengo
en el momento. Pago a débito
sabiendo que me adeudo
y no tengo con qué saldarlo.
Pero lo reconozco, algo es algo.
Es el primer paso
para intentar cambiarlo,
para mejorarlo.
Porque ya me cansé de la toxina,
me cansé de ser esa bocina
que despierta a toda la vecindad

con sus problemas.
Quiero ser la persona
que pienso que nadie es,
y ni yo soy por ahora,
pero espero algún día ser.
Alguien mejor que quien escribe.

Y para quien me lee,
te deseo lo mismo también.
Crecer no tiene por qué
ser sólo para un alguien.
Todos tenemos que limpiarnos
un poco ese mal estado
de vez en cuando.

viernes, 6 de enero de 2017

#77: Cazado

Tengo tanta mierda
dentro, pero tanta,
que ya no sé cómo sacarla.
Nada de lo que hago alcanza,
ni es bueno ni suficiente, ni nada.

Estoy empezando a pensar
que quizá tenías razón,
que quizá no sirvo para nada;
soy un fracaso.

Hoy es de esos
días en que cruzo los dedos
por despertarme muerto.

Pero ni siquiera eso
puedo.

Y qué mal me siento.