martes, 29 de noviembre de 2016

#71: Descuidado

No estuviste cuando el mundo me traicionó,
hasta la última persona me apuñaló 
en cada rincón de mi cuerpo.
Nada de mí quedó a salvo
y dudo que pueda quedar sano,
como antes sí solía estarlo.
Pero está bien, no te paso recado
ni me interesa tenerte informado.
Sólo que sepas un último dato,
no quiero saber nada el día que tengamos 
que volver a encontrarnos.
Yo ya tengo un camino apuntado
a cualquier infierno lo más lejano
que se pueda de tu cuidado,
prefiero quedarme abandonado
que descuidado.

sábado, 26 de noviembre de 2016

#70: Suena la alarma

Ansío llegar a casa
y tirarme sobre la cama
para dormir por una semana
si hiciera falta, o hasta más,
con tal de seguir soñando
contigo durmiendo a mi lado.

Retraso tanto despertarme
para poder imaginarte
todo el tiempo que alcance.
Como si soñarte
fuera a traerte de regreso,
cosa que sólo pasa en mis sueños.

Cuando más cerca te siento,
cuando ya casi siento tus besos,
tus charlas sobre el universo
y hasta esos mágicos silencios
volviendo a mi mundo;
para fundirlo con el tuyo.

Hasta que suena la alarma,
para que me levante de mi falacia
y empiece con mi rutina,
con mi solitaria vida.
Me encantaría que los sueños
duraran más de lo que duermo.

martes, 22 de noviembre de 2016

#69: La ciudad de las fantasías

¿Cuándo se volvió 'todo' demasiado?
Quiero decir, ¿en qué escena del pasado
cambió esto tanto?
Decir 'te amo' resulta pesado,
ya no es una caricia a un lado
del oído, es un castigo.
Ir de la mano es sobrado,
como si sentirme, estar tocando
mi piel, realmente fuera un desagrado.

Muy de a poco se fue nublando
y nunca saldría el sol; resulté enterado
de eso muy por después de haber empezado,
pero qué le voy a hacer, nunca lo hubiese esperado.

Empezamos tan irremediablemente distintos,
tenías más amor que yo por mí y los hilos
de mi vida. Te aferraste sin preguntarme antes,
y te quedaste, hasta cuando no quise reflejarme
en ninguna parte, sin embargo, ahí te dibujaste,
sin siquiera pensar en qué pozo de problemas entraste.
Por mi parte, me costó a montones amarte,
siquiera quererte, no porque no quisiera,
sino porque si debía ser, quería que fuese de verdad
y no por compromiso o hacer lo que quisieras que fuera.
Te tardaste (me tardé), pero pude hacerlo, y de forma sincera.

Resulta gracioso, porque mientras de a poco
te pugnaba la rutina, nuestra vida,
yo de a poco me enamoraba cada día más de repetirla.
Usualmente todos se pudren del otro
con el tiempo, pero para mí fue a la inversa.
Mientras más se repetían
algunos factores, más cambiaba el producto,
y más me fascinaba.

Me siento un tonto,
no por haber confiado
en que nunca te irías, 
sabía que quizá pasaría.
No pequé de creerte siempre esperando,
por el contrario, nunca lo haría.
Pero de verdad me ilusioné pensando
que a lo mejor nunca pasarías
de mi lado; te quedarías caminando
todos los días sobre las mismas vías
del tren que dejamos, para quedarnos
perdidos en nuestra ciudad de fantasías.

viernes, 18 de noviembre de 2016

#68: Miedo a mí

Soy un incoformista total con mi persona,
porque si pudiera cambiarme lo haría
y no volvería, no regresaría a esta tortura
de sentirme de otra época.

Dejé de gatear y caminé

para vivir chocándome
con paredes invisibles,
una prisión que no elegí ni entiendo
todavía hoy. Entiendo el problema
y su solución, lástima que no pueda llevarla a cabo.

Hubo pequeños rincones,
gente con fecha de partida,
hasta situaciones,
en donde pude escapar de lo que sentía.
Una leve caricia para mi alma,
un beso en la mejilla
y alguna risa traficada
por la aduana de infelicidad
que me vive incautando toda alegría
habida en mis posibilidades.
Todos los demás lugares
ya no fue igual, no se repetía en todas partes.

Siempre me dijeron que era diferente,

por alguna razón lo tomo bien.
Lo dicen con un tono agradable,
sincero, casi reconfortante.
Pero si pudiera ser cualquier
persona al menos una vez, un instante,
un tiempo, y no ser quien suelo ser,
sería más feliz de lo que nunca pude.

Todos se fajan queriendo ser distintos,

en caminar la línea opuesta al tránsito
y yo paso las noches soñando
con ser igual al resto y no desentonar más,
quizá así la vida sería más fácil de disfrutar.
Caminar con algo de parsimonia más a diario,
sonreír sin pensar en por qué lo hago,
no sentirme frente al resto un apocado.
Dejar de ser el acusado y ser más el abogado;
abogar sin pensarlo y ganar el caso, al jurado, tomar el mando.

Hace tantos años nos conocimos

el miedo y yo, desde entonces no consigo
que nos separemos, somos consecutivos.
Si todo logra ser distinto
espero sentirme el mismo
sin todo lo malo que arraigo conmigo.

Algún día voy a ver al espejo y verme

a mí, no a un desconocido ni un enemigo,
y ese día saldrá del vidrio a abrazarme
por lograr ser quien nunca pude por miedo a quererme.

martes, 15 de noviembre de 2016

#67: Macetas

Amo la jardinería y esas cosas,
pero soy terriblemente malo,
porque tengo la intención de cuidar
de lo que planto
pero no tengo la mano.
De verdad que no se me da.

Este último tiempo no hubo flor
que viviera a la única maceta
que tengo.
Ya me da pena tenerla,
le faltan trozos y tiene hoyos,
es un desastre por donde se la vea.

Hubo un tiempo en que no estaba roto,
donde pusiera lo que le pusiera, florecía
y sin problemas. Pero cambió todo,
nada planta raíces ni lo intenta,
lo que le ponga dentro sé que no tiene futuro.
Ya olvidé si hablo de mi corazón o de una maceta.

lunes, 14 de noviembre de 2016

#66: Las prefiero así

Cuesta tanto ser sincero
con todos y con todo.
Hablando, escribiendo;
no es fácil ser honesto.

Tengo miedo de lo que digan,
por más que no me importa,
me preocupan sus críticas;
temo a esas palabras que perforan.

Sé que la única opinión
con peso es la que emito yo,
pero no quita que puedan tener razón,
lo cual sería aún peor.

Aún así, tengo más miedo de mí,
me aterran muchas cosas que quiero decir
y no hago, porque al hacerlo sería el fin.
Serían verdad, no una idea loca, y las prefiero así.

lunes, 7 de noviembre de 2016

#65: Más solo que nunca

He estado solo,
acompañado,
completamente rodeado,
abandonado,
y mucho más que todo lo mencionado.

Pero nunca estuve tan entendido
de lo que era verdaderamente
estar solo, sentirme vacío,
hasta que te fuiste.

Desde allí, por más personas
que hubiera, siempre estaría tu sombra,
el recuerdo de lo que dejaste
y nadie consigue arrebatarme.
Porque desde que te marchaste,
me siento más solo que antes.