Tengo tanta mierda
dentro, pero tanta,
que ya no sé cómo sacarla.
Nada de lo que hago alcanza,
ni es bueno ni suficiente, ni nada.
Estoy empezando a pensar
que quizá tenías razón,
que quizá no sirvo para nada;
soy un fracaso.
Hoy es de esos
días en que cruzo los dedos
por despertarme muerto.
Pero ni siquiera eso
puedo.
Y qué mal me siento.
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